Ciudad de Vascos

 �reas de excavaci�n

 

 1. La Alcazaba- Qasb

 
 

 

 

En toda ciudad andalusí la alcazaba �qasaba era un espacio fortificado, desde el cual, un gobernador, con funciones eminentemente militares y contando con el apoyo de una tropa establecida en el propio recinto, se encargaba de ejercer un control sobre la poblaci�n urbana y sobre la del distrito dependiente de la ciudad. Su misi�n principal era que se cumpliesen los principios ideol�gicos del sistema pol�tico al que representaba, que no se produjesen sublevaciones y que los impuestos fuesen pagados a su debido tiempo. Las alcazabas desempe�aban, al igual que las numerosas fortalezas que se levantaban en el �mbito rural, un importante papel como centros de captaci�n fiscal, al que tambi�n a�ad�an funciones militares y administrativas. Todo n�cleo habitado y fortificado, por extenso que fuese, no se pod�a considerar como una ciudad si no ten�a su correspondiente alcazaba. Era �sta, en definitiva, la que dotaba de una entidad de madīna -en un sentido pol�tico administrativo- a un espacio fortificado, que as� adquir�a la categor�a de ciudad. La alcazaba ven�a a ser como el recinto militar y la madīna el civil.

La alcazaba de Vascos se encuentra ubicada en un peque�o cerro localizado en el extremo noroeste de la ciudad, en una posici�n estrat�gica, dominando gran parte de �sta y de los alrededores. Por su lado norte era pr�cticamente inaccesible, pues se encuentra protegida por un profundo barranco de abrupta ca�da al r�o Huso. Es de se�alar que, a pesar de encontrarse en alto, no sobresale sobre toda la superficie de la ciudad, sino que, por los acusados desniveles del terreno, hay zonas m�s elevadas, como toda la mitad sur. Pero, indudablemente, a pesar de este inconveniente estrat�gico, el cerro reun�a las condiciones topogr�ficas id�neas para situar en �l la alcazaba, en especial por la defensa que el r�o le posibilitaba.

 Las intervenciones arqueol�gicas se llevaron a cabo entre los años 1995 y 2001, momento en el que  se termin� la excavaci�n del recinto principal. La actuaci�n también conllev� una intervenci�n de consolidaci�n de todas las estructuras exhumadas.

Configuración espacial

Se encuentra dividida en cinco espacios que presentan una evolución diacrónica, que pensamos nos hablan de la propia progresión de la madīna. La alcazaba se configura a partir de un recinto principal (área A) de grandes dimensiones protegido por doce torres cuadrangulares, con un acceso directo por el sur entre dos torres macizas, y un portillo al norte. Al sur se configuró en un primer momento una barbacana* readaptada posteriormente en mezquita (área B), que obligó a generar otros dos accesos fortificados (áreas C y D) y un área de ampliación al oeste (área E) (Juan: 2000; Izquierdo: 2008).

 

ÁREA A- Recinto principal

      De forma ligeramente triangular, está ubicado en la parte más alta del cerro y se adapta a las peculiaridades topográficas del mismo, con una acusada caída sur-norte. La parte más ancha -de unos 40 m- se encuentra en el lado oeste, y el vértice se constituye por un espolón rocoso en el este. La distancia entre un punto y otro es de unos 80 m, lo que significa que la superficie interior es, aproximadamente, de unos 2.000 m².
      A este recinto se entraba por una puerta, flanqueada y defendida por dos altos torreones, que se abre en la parte sur. Estaba rematada por un arco de herradura -hoy derrumbado-, del cual se conservan los salmeres apoyados en sendos bloques verticales. La anchura de esta puerta, de la que también se conservan las huellas de las quicialeras, es de 1,74 m. Antes de entrar por ella era preciso salvar un desnivel mediante cinco escalones, toscamente construidos con bloques de piedra.
      El recinto está delimitado por una muralla, cuyo trazado en su mayor parte se conserva, excepto en el espolón este. Tiene un total de doce torreones, todos ellos localizados en los tramos oeste y sur, los más visibles desde la ciudad. La muralla presenta algunas diferencias constructivas según los tramos. Así, en su parte oeste y sur la cara exterior es de sillares, mientras que la interior es de mampostería. Incluso, en algunos tramos esta muralla está forrando otra anterior, también de mampostería, cuya cronología es todavía difícil de precisar. En el tramo norte, de abrupta caída hacia el río y, por ello mejor defendible, la muralla es de mampostería y, posiblemente, en algunos tramos, habría podido ser de tapial, hoy desaparecido.
      En el tramo sur las excavaciones dejaron al descubierto un portillo, de 1,10 m de ancho, que se encontraba completamente oculto por las sucesivas acumulaciones de tierra que se habían ido depositando contra la muralla. Su parte superior está derrumbada, pero podemos considerar que era adintelada por los grandes bloques de granito que aparecieron caídos. Por su ubicación, este portillo no serviría tanto para descender al río, que se encuentra en un desnivel muy acusado y, por tanto, casi inaccesible, cuanto más bien para poder salir de la alcazaba en caso de tener que abandonarla precipitadamente, actuando así como una salida de "emergencia".

Estructuras

      ALJIBE:Estructura fundamental que permitiría el almacenaje de agua. Se localiza en el ángulo suroeste de la Alcazaba y se encuentra cubierta con bóveda de cañón de sillarejo. Es una construcción subterránea hasta el nivel del arranque de la bóveda, encontrándose encalada y rematada con óxido de hierro (almagra) que impermeabilizaba y mantenía las propiedades del agua. El agua de lluvia caía sobre un empedrado que tiene alrededor, desde el cual, por dos oquedades abiertas en cada lado, vertía al interior del aljibe.

      Este aljibe tiene unas medidas de 7 m de largo, por 3,05 m de ancho y 2,60 m de altura hasta la clave del arco de la bóveda. Su capacidad sería de unos 37 m³.

      EDIFICACIONES: Una vez excavado todo el “Área A” salieron a la luz los restos de diversas edificaciones cuya funcionalidad es difícil poder precisar, encontrándose, además, bastante destruidas por los expolios que la alcazaba debió de sufrir en épocas posteriores.
      Nos encontramos con pequeñas dependencias individualizadas que, al encontrarse en un espacio con funciones eminentemente militares, cabe pensar que habrían podido servir para albergar a la tropa allí establecida y como zonas de almacenamiento de víveres y pertrechos. Es posible que el pequeño complejo que se localiza en la parte central, pudiese haber correspondido a la vivienda del gobernador. El edificio alargado adosado a la muralla en su tramo sur, por su forma, pudo haber servido para desempeñar funciones "oficiales".

ÁREA B- Barbacana readaptada en mezquita

      Frente al recinto principal, en su lado sur, ante la puerta de acceso, debió de existir, originariamente, una barbacana*. Se construyó levantando dos altos muros esquinados de piedras de gran tamaño -abriendo sendos desagües en el muro frontero- y que se remataron en tapial, de muy buena calidad pues es el único conservado en toda la ciudad a pesar de haber permanecido siempre a la intemperie. Se generó así un amplio espacio de planta ligeramente rectangular, entre la muralla sur y estos muros, que se nivelaría al ras de los desagües, y que interiormente vendría a constituir como un patio de armas. Sus características arquitectónicas y su ubicación así lo hacían prever.

MEZQUITA- Masyid
      Posteriormente este espacio sería readaptado para levantar una mezquita de planta ligeramente trapezoidal, compuesto por tres dependencias típicas en este tipo de construcciones: un zaguán, un patio para las abluciones y una sala de oración. 
      El edificio tiene una longitud máxima de 20,50 m y su anchura aumenta desde los 7,10 m de su lado este hasta los 8,35 m del lado oeste de la sala de oración, para luego volverse a estrechar algo. Su superficie total es aproximadamente de 150 m2. Pudiendo dar cabida a un total de 132 individuos. Por sus dimensiones, cabría incluso pensar que se podría tratar de la mezquita aljama de la ciudad. Pero por su ubicación, en el recinto de la alcazaba, consideramos que estaría solamente para el uso exclusivo de los ocupantes de ésta.  
      El acceso se hacía por una puerta ubicada en el extremo noroeste, que se abre al pasillo en rampa que asciende hacia la puerta de entrada al recinto principal de la alcazaba. Pasada la puerta de la mezquita, se entraba en una pequeña zona de planta trapezoidal, a modo de zaguán o de vestíbulo, que posiblemente serviría para que los fieles se descalzasen y dejasen en ella su calzado. Desde la misma, se podía acceder directamente a la sala de oración por una puerta que se encuentra a mano izquierda. Este vano se podía cerrar con una puerta de dos hojas, como se puede deducir por las huellas de las quicialeras que se han conservado.
      Normalmente antes de entrar en la sala de oración, se debería acceder a otro espacio no cubierto, que debía de corresponder al patio de las abluciones –shan-, pues en él se conserva, a nivel del suelo, parte de lo que parecen ser los restos de dos piletas contiguas hechas con cal , y que seguramente habrían servido para realizar las rituales abluciones.
      La sala principal o de oración haran-, tiene 14,65 m de largo en el muro sur de tapial que funciona como qibla y 7,10 m de ancho en su parte este y 8,35 m en la oeste. Está constituida por 4 naves longitudinales y otras tantas transversales, configurando 16 espacios interiores, separados por columnas en la parte central -de las que se han conservado algunos fustes- y pilares adosados a los muros norte y sur (en éste en huecos abiertos en el muro de tapial de la barbacana originaria). Estas columnas y pilares sostenían arcos de herradura fabricados en ladrillos de gran tamaño, que presentaban un falso dovelaje pintado en blanco y rojo. El mihrab, de forma semicircular, de unos 0,96 m de diámetro,se encuentra tallado en el tapial del muro sur y originariamente habría presentado una decoración interior de molduras de cal. Es de señalar que el mihrab no ocupa una posición central en la sala de oración, aunque sí con respecto a la longitud de todo el muro de la qibla, si se le añade el espacio ocupado por el patio de las abluciones. Todo el interior de la mezquita debió de estar recubierto de un enlucido de cal y en algunas zonas, tal vez zócalos, pudo haber presentado alguna decoración pintada en color rojizo. El suelo también era de cal. 
      En el muro este  se pueden observar los restos de una puerta tapiada, de 1,55 m de vano. Posiblemente corresponde a un primitivo acceso que se realizaría originariamente por aquel lado, y que quedó anulado tras alguna reforma o, posiblemente, cuando la mezquita se convertiese en iglesia tras la ocupación cristiana de la ciudad, pues aquel era el lado correcto en el que ubicar un altar. Es de señalar que cuando se construyó este muro -dividiendo a la barbacana en dos espacios-, en la base de su extremo sur se dejó una oquedad que conectaba con uno de los desagües de la anterior barbacana, que entonces quedaba dentro de la mezquita, para así facilitar la salida del agua de lluvia que se concentraría en el espacio exterior que quedaba a cielo abierto.
      Cuando se limpió el suelo de la mezquita se pudo comprobar que en algunas zonas estaba cortado por lo que parecían ser fosas que, aparentemente, podían corresponder a enterramientos. Una vez excavadas se pudo confirmar que, efectivamente, se trataba de tumbas. Se localizaron un total de siete enterramientos que, por las características de las fosas y la colocación de los cuerpos, parecían corresponder a un ritual cristiano. Pertenecerían, por consiguiente, a un momento de ocupación cristiana de la ciudad -o solamente de la alcazaba- en el que la mezquita se habría convertido en templo cristiano, y de ahí la presencia de estos enterramientos en su interior. Lo que no se puede precisar es a qué momento cronológico pueden corresponder; si a una fase inmediatamente posterior a la ocupación cristiana de la ciudad o a una fase ya mucho más posterior. En cualquier caso es evidente que el edificio todavía se encontraba en pie o que, al menos, se tenía constancia de que se trataba de un recinto sagrado.

ACCESO  
      El acceso al recinto principal o ��rea A�, se realizaba por una rampa que conduce hasta los escalones de la puerta de entrada al mismo. Tiene una longitud de unos 16 m y una anchura media de unos 2,40 m. En algunos tramos su suelo era la propia roca mientras que en otros era de rellenos de tierra para nivelar los desniveles de aqu�lla. Esta rampa queda encuadrada por la muralla del recinto principal de la alcazaba -desde la que quedaba controlada- y por el muro norte de la mezquita, lo que le dar�a un cierto car�cter de �pasillo�. Por su lado oeste daba paso al �rea C y por la este al �rea D, que se configuraban a partir de los accesos. En su parte inicial tambi�n se acced�a a la mezquita.

ÁREA C y D– Barbacanas y accesos al “Área B”

    A principios del siglo XI observamos un proceso de desbordamiento de la alcazaba y mutación de sus estructuras, como ya hemos visto en el "Área B". Se documenta así, la ampliación de las defensas con la construcción de dos barbacanas a ambos lados del "Área B" y finalmente de un barrio anexo en el "Área E".

ÁREA C
       El acceso por la parte este se desarrollaba a través de una calle que asciende desde la vaguada que se forma al pie de la alcazaba, y tuerce hacia la derecha en un tramo en el que la roca ha sido tallada para formar escalones irregulares. Este tramo quedaba cortado por una puerta de 1,55 m de ancho que, estando cerrada, impedía la entrada al interior de un recinto irregular delimitado en su parte este por un muro de mampostería, recrecido de tapial, que arranca del torreón más oriental de la muralla del recinto principal de la alcazaba. Desde lo alto de este torreón, aparte de otros puntos más lejanos, se controlaba la puerta y este espacio interior.
       El acceso proseguía girando a la izquierda por un pasillo con desniveles, en parte tallado en la roca y en parte protegido por muretes de mampostería, que discurre paralelo a la muralla de la alcazaba, desde la cual quedaba controlado. Por otra puerta, de 1,36 m de ancho, se accedía al “Área B”, y de allí al recinto principal.
      Como se puede comprobar, antes de poder entrar al “Área B” por su lado este, era preciso atravesar dos puertas. Además, el que circulase por ese pasillo estaba totalmente controlado desde la parte superior de la muralla y de sus torreones. Era, por tanto, un acceso muy protegido, para evitar la entrada violenta de un hipotético enemigo que quisiese acceder al interior de la alcazaba por aquel sector. No obstante, dadas sus características arquitectónicas y topográficas, en condiciones de tranquila cotidianeidad se podría considerar que era un acceso secundario, tal vez sólo utilizado por los habitantes de la ciudad que necesitasen subir a la alcazaba. 
             


ÁREA D
      Este se podría considerar como el acceso principal a la alcazaba, el cual, seguramente, estaría conectado por una calle con la puerta oeste de la madīna, teniendo  un cierto carácter de entrada “oficial”.
      Se trata de un espacio delimitado por muros de mampostería, adosado al muro oeste de la barbacana/mezquita. Es de planta ligeramente triangular y al mismo se entraba por una puerta de 1,86 m de ancho, cuyas jambas están construidas con grandes bloques tallados de piedra. En el umbral de esta puerta la roca está rebajada para facilitar la circulación del agua de lluvia, debido a la acusada pendiente del terreno.
       Frente a esta puerta se encuentra otra, de 1,66 m de ancho, en un nivel más alto, abierta en el muro oeste del “Área B”. Presenta una construcción más cuidada. Sus jambas están también constituidas por bloques tallados superpuestos, llegando a alcanzar una altura de más de dos metros. La parte superior ha desaparecido aunque posiblemente sería con arco de herradura como parecen confirmar los restos conservados. El umbral está formado por bloques de piedra alisados, en los que se conservan las huellas de las quicialeras.
      Es de señalar que, para llegar de la primera puerta a esta, en el interior del recinto, debido a la topografía del terreno era necesario realizar un quiebro a la derecha para luego volver hacia la izquierda, generando así como un sistema en doble codo, que dificultaría el asalto de la alcazaba.

ÁREA E- Barrio anejo

       
      Al oeste de la alcazaba se encuentra otra zona, de planta triangular, que muy posiblemente corresponde a un pequeño barrio anejo a la misma. En su parte norte está delimitada por un muro de mampostería escalonado que arranca del ángulo exterior noroeste de la muralla del recinto principal, y conecta con la muralla de la madina, cerrando en esta parte el perímetro de la misma. En su lado oeste se protege por otro muro también de mampostería, aunque no cierra con el anterior, quedando una zona aparentemente sin proteger, aunque la propia topografía del terreno, de grandes bloques de granito, podía ejercer esa función defensiva.

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* Barbacana: Antemural o recinto defensivo construido delante de un acceso o de un recinto principal, que lo protege con un muro que puede ser de cualquier tipolog�a constructiva, obligando al atacante a sobrepasar su arquitectura, para llegar al recinto fortificado principal.