Corresponde a la zona m�s extensa excavada del yacimiento (aprox. 4.200 m2) a lo largo de varias campa�as y se localiza en la vaguada que se forma al pie de la alcazaba, con una prolongaci�n hacia la parte este. En esta zona confluyen dos de las posiblemente m�s importantes calles de la ciudad: la que se encuentra empedrada y que tal vez arranque de la puerta sur y la que se dirige a la puerta oeste. En el punto de confluencia se genera un gran espacio abierto que posiblemente pudo haber tenido una funci�n comercial, de zoco. Tambi�n quedaron al descubierto parte de otras calles como son las que aparentemente se dirigen a los portillos 6 y 7 y las de acceso a la alcazaba.
Entre ese trazado viario se levantan varias manzanas de viviendas algunas de las cuales se excavaron completamente. La tipolog�a de las mismas es muy variada aunque todas presentan el mismo modelo de patio central y dependencias alrededor. Es de destacar el caso de un gran complejo dom�stico que est� compuesto por tres viviendas diferentes que comparten un gran patio al que se accede directamente desde la calle.
La zona este de toda esta zona excavada es la que present� un mayor inter�s arqueol�gico, pues en ella quedaron al descubierto los restos de una peque�a mezquita y tambi�n los de un gran espacio cerrado posiblemente dedicado a actividades comerciales.
La mezquita peque�a presenta una planta cuadrada/trapezoidal, compuesta por dos dependencias, de parecida superficie, comunicadas entre s� por una puerta interior, abierta en la parte central del muro de separaci�n de ambas.
La dependencia situada al norte, a la que se acced�a desde la calle, es de planta irregular. No sabemos la funci�n que este espacio pudo haber desempe�ado originariamente, si fue simplemente un recinto previo de acceso a la sala de oraci�n principal �en el que se realizasen abluciones- o si tambi�n se utiliz� como lugar de oraci�n y, por consiguiente, como una segunda nave de la mezquita. Desde ella, y por la citada puerta, se acced�a al espacio que correspond�a a la sala de oraci�n.
�sta es de planta rectangular, con una longitud interior de 6,40 metros y una anchura de 2,80 metros. En la parte central del muro sur, la qibla, el vano del mihrab est� delimitado por dos bloques verticales de granito, a modo de jambas. Al exterior, �ste tiene forma semicircular.
Dadas las peque�as dimensiones de esta mezquita, no cabe duda que se trata de un lugar de culto secundario, un oratorio, quiz�s asociado al barrio en el que se encuentra, y tal vez fruto de una fundaci�n piadosa. En cuanto a su cronolog�a, sus toscas caracter�sticas constructivas �un z�calo de piedras muy irregulares recrecido con muros de tapial- parecen indicar que se debi� de levantar en los primeros momentos de ocupaci�n de la ciudad, es decir en el siglo X.
Frente a ella, en su parte norte, se excav� tambi�n un amplio recinto en el que, aparte de algunas dependencias, se conserva una estructura escalonada, de forma semicircular, que aparentemente podr�a corresponder a una peque�a escuela o madrasa, que pudo haber estado asociada a la cercana mezquita.
El otro espacio significativo excavado se localiza al sur de la mezquita. Aparentemente parecer�a corresponder a una vivienda con un gran patio y cinco dependencias alrededor, pero dada la gran extensi�n de aqu�l y las caracter�sticas de las dependencias, no parece que as� fuese. Los resultados arqueol�gicos nos permiten establecer la hip�tesis de que, aparte de la funcionalidad dom�stica del recinto, tambi�n pudo haber tenido un car�cter econ�mico, en un doble sentido. Por un lado la eventualidad de haber sido un lugar de venta de alg�n producto espec�fico, muy posiblemente cereal. Y por otro, la de haberse practicado en el mismo una actividad de tipo industrial como demostrar�an los dos hornos que se excavaron, aunque no podamos precisar las caracter�sticas de la misma. |